27 febrero 2007

Libres encarcelados

Una vez me dijo el señor Carande que la libertad es la capacidad de elección, y es cierto. Pero somos tan simples que a veces nos convertimos en esclavos de nuestra propia libertad. Se nos presentan situaciones en las que tenemos que elegir, decidir una u otra alternativa... y haciendo uso de esa libertad, nos auto-encarcelamos en la prisión de las dudas. Incapaces de ver mas lejos del propio acto de elegir, imposibilitados para entender algo más que la elección tomada, seres dubitativos convertidos en presos de nuestra deliberación. El miedo a equivocarnos, la necesidad de estar seguros de haber barajado todas las posibles consecuencias, el egoísmo de querer las dos opciones ... todo nos encierra, y es que somos simples... El problema es que al final, nos puede pasar lo que le pasó al asno de Buridán ... Nadie dijo que elegir fuera fácil, pero al menos podemos elegir :)