07 febrero 2010

Ítaca

Seguimos navegando en nuestro viaje a Ítaca. Cada día que pasa el azul mar nos trae nuevas experiencias que se mezclan con las viejas rutinas, ese va y ven del oleaje que es capaz de marearnos unas veces, y relajarnos otras. Es interesante comprobar cómo con el paso del tiempo vemos las cosas de una forma mas sosegada, mas calmada, mas madura quizá. Aún manteniendo unas metas que nos fijamos tiempo atrás y sabiendo que son a largo plazo, vemos que el camino, poco a poco, somos capaces de recorrerlo. Eso nos refresca, nos acaricia el rostro como si de una leve brisa se tratase. Una brisa azul que nos lleva acompañando desde el inicio de este curioso viaje hacia Ítaca... con ganas, con muchas ganas de disfrutar del viaje y sin dejar de creer que algún día, llegaremos :)