26 julio 2006

La Pinta

El capitán decía que todos los marineros buscaban lo mismo, que no existía un solo marinero a bordo de aquel viaje que no quisiese alcanzar ese magnifico tesoro. Pero el capitán también estaba de acuerdo con el marinero Tiger en la idea de que mas de un marinero daría por finalizado el viaje si encontraban un tesoro un tercio, o la mitad de valioso que el buscado. Tiger no pensaba igual, al menos a esas alturas del viaje, él quería seguir buscando lo que un día le hizo montarse en ese barco y emprender un viaje en el que porqué no, podrían visitar determinadas islas que encontraran en el camino. Eso sí, tiger sabía que en esas islas solo estaba de paso. El capitán del barco creía haber encontrado su tesoro, pero también sabía que le costaría abrir el cofre que lo contenía. Sin embargo, en eso contaba con la ayuda de Tiger, en lo que pudiera, le ayudaría. La mayoría de los marineros no llegaron al verdadero tesoro, y como creían el capitán y el marinero Tiger, se acabaron conformando con otros tesoros no tan valiosos, pero sí válidos. El capitán sigue intentando abrir el tesoro, y tiger sigue buscando .....

6 comentarios:

Anónimo dijo...

...Abux, por su parte, continúa buscando su pinza... Esperemos que nunca la encuentre!

Anónimo dijo...

siempre son ISLAS los lugares que esconden los grandes tesoros...

Anónimo dijo...

Vaya (cyber)pirata que estas hecho, ja,ja
Bueno, buscar un tesoro es de las cosas más interesantes que se pueden hacer. Claro, que mira los que buscaron 'El Dorado' como acabaron, ja,ja, pero..., el que no busca no encuentra. Salu2.

Anónimo dijo...

lastima que hace 500 años, encontrara el tesoro kuno que yo me se.

¿Que hubiera pasado si nunca hubieran llegado a aquella preciada tierra?

¿Seguiriamos en la "edad de piedra"?
¿Nos habriamos ahorrado mas problemas que soluciones han aportado?

En fin, estos yankies......

Fdo: Anonymus

*Laura* dijo...

Como dijo alguien algun día, el que busca encuentra.

Anónimo dijo...

Y más aún añadiré que lejos de búsquedas infructuosas, de embarcaciones fuertes e imponentes, de viajes llenos de aventuras, el verdadero tesoro lo tienes en cada uno de quienes te acompañan, y ese no hace falta buscarlo, ni abrirlo, es el más preciado, el más valioso, el que fluye en cada mirada de complicidad, en cada sonrisa, el que siempre estará ahí, cuando isla tras isla encuentres tormentas y desolación. Sólo decir gracias.