Tres mil días.

Como ya dije hace doce meses, solemos hacer balance del año cuando llegan estas fechas. Este año no lo haré. Existen cambios, existe gente que el año pasado estaba y este ya no lo está, existe gente que no estaba, y ahora sí, existe gente que estaba, está, y seguramente esté el que viene. Pero siempre, desde hace 8 años, hay alguien que me ha acompañado, alguien que me ha sabido escuchar, alguien que me respetado en todo momento, alguien que nunca ha dudado de mi. Es la mejor persona que nunca he conocido, tiene la capacidad de tranquilizarme cuando algo me inquieta, es capaz de hacerme reir con pequeñisimos detalles, logra vaciar mi cabeza de las tormentas que a veces estallan en mi interior. Nunca, ni una sola vez en tres mil días, ha sido egoista conmigo, no me ha negado un cafe, no ha mirado hacia otro lado cuando le he pedido un abrazo, nunca me ha fallado, y siempre que me pierdo, me hace volver al camino. Es un mirador hacia un mar de calma, y hace que sea mejor persona de lo que realmente soy. Por todo esto, y por esos pequeños detalles no necesito hacer balance. Si está a mi lado, aunque sea lejos, el balance será positivo. Es mi regalo.

Feliz Año Nuevo a tod@s! :)

Foto de Maryna; Cádiz